Museo Hermitage Barcelona
Año
2016
Ubicación
Plaça de la rosa dels vents - barcelona
Tipologia
Area
16.590
Servicios


Una arquitectura pública que conecta tierra y agua, memoria y futuro, en diálogo con la ciudad y el horizonte.
El Brief
El proyecto para el Museo Hermitage de Barcelona se ubica en el entorno portuario, en un emplazamiento privilegiado por su relación directa con el mar, la montaña de Montjuïc y las vistas hacia la ciudad. La propuesta plantea un edificio nuevo con vocación de “palacio urbano”, que hereda la monumentalidad y el espíritu clásico del Hermitage de San Petersburgo, reinterpretándolos en clave contemporánea.
El museo se concibe como una arquitectura de carácter cívico y atemporal, que articula recorridos, conecta desniveles y se abre generosamente al espacio público. Su diseño responde a la complejidad topográfica del lugar y a la voluntad de crear un punto de encuentro entre arte, ciudad y paisaje.
Alcance del proyecto
«El edificio se organiza mediante una composición tripartita: las salas de exposición se disponen en los flancos laterales, mientras que un gran espacio central actúa como eje de relación y articulación visual. Este vacío luminoso permite largas perspectivas y recorridos orientados hacia la luz natural, invitando al visitante a desplazarse entre las obras y el entorno.
La arquitectura se define por su estructura rítmica de pilares y entablamentos, reinterpretando la tradición clásica en un lenguaje contemporáneo. Su fachada, entendida como “piel” —en palabras de Paul Valéry—, adapta su espesor y su permeabilidad según las necesidades de cada espacio: oscuridad total para las grandes salas, luz tamizada en el espacio central, sombra profunda en soportales y galerías.
El edificio establece un diálogo constante con el puerto, ofreciendo espacios intermedios de acceso, descanso y contemplación que refuerzan su dimensión pública. Los materiales propuestos —piedra de textura intensa y alta durabilidad— confieren unidad, robustez y una relación sensorial directa con el lugar.
El proyecto, riguroso en su expresión y sostenible en su construcción y mantenimiento, aspira a la permanencia. Reinterpreta la herencia del Hermitage original desde una visión contemporánea: una arquitectura que apoya el edificio en la tierra, lo eleva y lo entrega al cielo.»


Entre la ciudad y el mar, el museo se alza como un palacio contemporáneo: estructura, luz y materia en equilibrio, donde la arquitectura se convierte en arte y el arte en paisaje.
